jueves, 23 de abril de 2009

¿Piratería o revolución digital? (Por Aurora Ferrer)



"Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza."
Antonio Machado
Es indudable que corren nuevos tiempos para todos. También resulta más que evidente, la falta de capacidad de algunos para poder adaptarse, vaya referida esta crítica, a los medios de comunicación. Como ya en su día vaticinó el gran Marshall McLuhan, es imposible que esta adaptación se produzca por varias causas. Los imperios de los medios de comunicación, se empeñan en seguir usando viejas técnicas para dirigirse a la sociedad. Viejas técnicas aplicadas a medios nuevos como es el digital, que lo único que hacen es influir negativamente en el crecimiento natural que ha de darse.
Aquí viene, casi directamente relacionado el factor piratería, tan difícil de definir y con múltiples connotaciones negativas que esconden otros factores que son interesantes de analizar (connotación que ha conseguido la SGAE al llamarnos a todos claramente piratas –chorizos- cobrándonos el canon digital) .
Desde los años noventa, hemos visto la rápida evolución de las tecnologías y la informática. También el avance que se ha producido al saltar el espectador el escalón, ponerse al otro lado y unirse a ser parte activa de la información diaria y a ser una fuente y un recurso más, cosa que sin duda, no ha gustado mucho a los que están acostumbrados a llevarse la pasta porque sí.
Estoy de acuerdo en que la reproducción ilegítima de copias de películas, discos, etc., perjudica notablemente a las compañías que poseen los derechos y al mismo autor. También estoy de acuerdo en que debería de estar regulado, pero no estoy de acuerdo en algo: “las formas”. No entiendo el motivo de que la SGAE y todo el séquito de buitres que lleva detrás, se afanen en perseguir a diestro y siniestro a todo aquel que por una u otra razón, puedan sacarle la pasta. Hasta día de hoy, no he visto, por poner un ejemplo, que el cine español, tan interesado en esas subvenciones de las que algunos chupan que da gusto (subvenciones que, por cierto, son mayores a los éxitos obtenidos en taquilla) no dediquen una parte a fomentar campañas de cine en la red. Me explico, si ellos colaborasen en apoyar esta plataforma (tarde o temprano tendrán que hacerlo) podría regularse el tráfico de películas o música mediante acuerdos lógicos y no mediante persecuciones al estilo Inquisición. De momento, la SGAE ya ha conseguido que paguemos el canon, pero claro, quieren más, pues no tienen suficiente para que la industria española se siga tocando las narices. Esto me recuerda a la “púa” que te hace El Corte Inglés en el precio de sus productos, donde incluyen ya un porcentaje de lo que saben que le van a robar.
Cuánto más se tarde en reconocer que Internet ha venido para quedarse, más dinero seguirán perdiendo, de eso no cabe duda. La industria se está negando a reconvertirse y a darnos lo que le estamos pidiendo y simplemente lo hace por un factor económico. Quizás no se hayan planteado que están llamando piratería a una revolución digital sin precedentes, para la que sus medianos cerebros no están preparados. Sus planes estratégicos siguen obviando el factor de la Red, un factor en potencia que sin duda abre horizontes, no lo cierra como está demostrando hacer la industria audiovisual, siendo banalmente simplista considerar el intercambio de ficheros en la Red -que ya hoy llega a 13 millones de hogares (casi el 70% de la población)- como piratería, dejando con esto al descubierto que en la sociedad existen dos tipos de personas: los que compran y los que no, y esto sin duda carece de toda razón por ser extremadamente simplista como he dicho antes.
Lo peor de todo, es que los pensamientos de la industria para adherirse a Internet, tienen el plan maquiavélico de sacarnos hasta el último duro. Mientras Google se afana en digitalizar bibliotecas para que la cultura sea un dominio público, las empresas privadas se afanan en restringirnos el acceso. Mientras miles de autores nacen de la Red cediendo su obra, sea esta cual sea, al resto, otros ven que su saca no está tan llena como cuando existía la dictadura cultural y al estilo “Ramoncín”, nos persiguen con la vara en la mano. Hay fórmulas señores Ramoncines de la vida. Solo hace falta mostrar el mínimo interés y no el máxime bolsillo abierto.
Muchos grupos musicales y algún que otro director, ya se han percatado de que no pueden obviar el factor “Revolución Digital”. Internet es un medio cómodo, rápido y donde el usuario puede interactuar y donde nadie le guía por una ideología u otra. Es un medio libre y por eso asusta tanto a los que siempre llevaron el carro. El usuario se ha vuelto menos “oveja” y ahora sabe decidir que quiere y que busca. Aunque, no se emocionen, solo es cuestión de tiempo. La Sinde va al ataque contra todos nosotros y le acompaña nada menos que la “honrada” SGAE.
La revolución digital ha convertido los recursos de Internet en un patrimonio compartido. Si las industrias se cierran en banda a cedernos material cultural por la Red se estarán tirando piedras sobre su propio tejado. Acerca de esto, una asociación de varios ciudadanos (ver carta completa en el blog de Mangas Verdes), se dirige a la Ministra González-Sinde con argumentos que creo yo, tienen bastante sentido común:
“[...] Lo digital es la memoria de la época en la que vivimos. Si compro un disco, un libro o veo la emisión pública de un producto de consumo tengo todo el derecho del mundo a copiarlo de forma privada y sin ánimo de lucro económico y a compartirlo.
Sería absurdo e imposible que después de ir al cine, pretendiera olvidar los recuerdos de la película que acabamos de ver. Más absurdo sería tener que pagar cada vez que la contamos. Atacar la copia digital es como impedir contar recuerdos, impedir que se replique lo escuchado, impedir prestar un libro a un amigo o impedir tararear una canción. Es, en definitiva, prohibir la comunicación en la era de la comunicación. Curioso, ¿no?
Muchos comparan este cambio tecnológico con la invención de la imprenta, herramienta que revolucionó la difusión de la cultura gracias a su capacidad de copiado, más rápido y fidedigno al original que el que pudiera realizar el copista más estimado de la época. La utilización de la imprenta extrajo de los monasterios los libros que sólo estaban al alcance de una élite privilegiada, a pesar de la poderosa oposición de unos pocos, movidos por sus intereses particulares. Es cierto que los copistas se quedaron sin su trabajo y debieron dedicarse a otra cosa pero, ¿quien sería capaz hoy de prohibir la imprenta? [...]”
Esto me recuerda al título de la película de Manuel Gómez Pereira de “¿Por qué le llaman amor cuando quieren decir sexo?” ¿Estamos haciendo nosotros eso? ¿Estamos llamando piratería a lo que debiera llamarse Revolución Digital?
Aurora Ferrer

13 Lengüetazos:

Pijus Magnificus dijo...

joer niña te has quedado sola, aunque la verdad llevas mas razón que un santo.
Los medios de comunicación cada día demuestran ser más dictadores, y lo hacen como dices obviando que la gran mayoría de la población ya es "navegador de los mares de la red" y que tiene google y que busca y encuentra. Es una revolución como dices "sin precedentes" ante las que los que siempre han llevado la batuta se acojonan de las pérdidas que eso les va a acarrear. ¿y qué hacemos? ¿volvemos a la edad de piedra para darles el gusto?

no hijos ramoncines, no. Al neardental os vais vosotros.


Un artículo muy bueno y... ardiente jeje

navegante 2.0 dijo...

Amén.

Vicente Torres dijo...

Probablemente, saben que tienen la batalla perdida, no se pueden poner puertas al campo. Pero mientras tanto, quieren sacarnos todo el dinero que puedan, y todas las diatribas y campañas les sirven de excusa para ese fin.

Marcos P. dijo...

efectivamente lo que están haciendo los medios de comunicación es seguir disimulando y seguir aparentando, mientras en la base de fondo nos tratan como auténticos borregos. Yo al menos me siento indignado de que me traten de gilipollas e intenten decirme que piratería y blablabla, y a ellos qué les llamamos ¿la choricería SA?

lo dicho, que como ven que nos estamos haciendo cultos... quieren volver atrás a ver si se nos nublan las neuronas.

buen artículo Aurora

A. Pereira dijo...

Creo que tienes razón, estamos llamando piratería a lo que debieramos llamar revolución digital. Como dice Vicente, además nos meten campañas arremetiendo contra nuestras morales ya que ellos carecen de ellas.

¿quién les enseñó a estos tipejos a diseñar los planes estratégicos?

Me uno a la moción, muy buen artículo y muy buen momento para el debate...que la sinde... viene

Amaya dijo...

Lo cierto es que nunca me lo había planteado de esta forma. Bien te podían hacer un huequito en la prensa diaria para que nos explicasen que quieren decir estos chupatintas cuando dicen algo. En apenas unas líneas nos dejas en el camino con un amplio debate por delante.

Excelente bitácora.

López dijo...

Ya véis, efectivamente, no han entendido la revolución digital… Son tan “carcas” y les molesta tanto el progreso que utilizan medidas absolutamente reaccionarias, de carácter predilictivo… Si fuera por ellos, nos hubieran incluido a los que descargamos cosas de Internet en la Ley de Vagos y Maleantes como seres socialmente preligrosos… Menos mal que está deroga y hoy día sería inconstitucional... Vaya sujetos.

Un saludo :)

Pedro José dijo...

la diferencias entre un pirata y un revolucionario es muy tenue y tan solo se basa en sus fines. El pirata busca el lucro personal,el revolucionario, un mundo mejor.
La revolución digital es imparable, pero en ella los piratas serán el mal menor, aunque sirvan de coartada a los que buscan que nada cambie.Si debo ponerme del lado de los censores o del de los piratas, no tengo dudas...yo tambien soy pirata.

Anónimo dijo...

vale, se que solo han pasado dos semanas pero............¡SINDE DIMISIÓN!

Luchemos por la libertad de la red dijo...

tía... molas :) gracias por ayudarnos a transmitir el mensaje

El Pirata ha vuelto dijo...

Hacia mucho que no pasaba por aquí ¡Y vaya como ha crecido en un par de meses! He observado que ultimamente te estás saliendo con los artículos (tu y tu compañera de blog, vaya par de dos ;-) ). El de la prostitución, los anónimos y este son excelentes (sin desmerecer el resto)

a ver si conseguimos por una vez decirle a la cara a estos chorizos dueños de los medios de comunicacion (y la informacion) que esta vez no nos van a tangar. Ya está bien de tratarnos como pardillos.

besos rubia

David Soria dijo...

Con el sistema actual de cánon le compras un disco al difunto Miles Davis y gana dinero Amaral (por poner un ejemplo)

El Punto dijo...
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