sábado, 22 de octubre de 2011

El mayordomo del faraón



ÁNGEL SORIA.- Según cuenta El Confidencial, el Ayuntamiento de Madrid paga a su faraón Ruiz Gallardón, la nada despreciable cifra de 3.150 euros al mes por los servicios de un mayordomo. Dice el diario que el faraón de Cibeles tiene un “mayordomo particular”. Bueno estaría que el servicio de mayordomos fuera o fuese en cooperativa con otros señoritos. ¿Dónde se ha visto que Lord Pampelomousse, del Condado de Darlington Hall, comparta mayordomo con Mss. Landsbury del Condado de Wildford?. La gente elegante, pudiente y con mucho ceremonial tiene mayordomo en exclusiva, lo mismo que las putas de meublé tienen un perrito yorkshire, que no comparten con el común de los mortales. ¡Faltaría plus!.

El mayordomo del faraón –recuerden mis lectores que la palabra faraón deriva de Per-aa que significa “casa grande”- dedica la jornada laboral a servir a su señor el café y la comida cuando la Divinidad desayuna o almuerza –los ricos nunca comen, sino que almuerzan- en la Pirámide de Cibeles.

Al parecer, y según cuenta El Confidencial, la Divinidad fichó al mayordomo que trabajaba de maitrê en el Asador Donostiarra, templo más futbolístico que gastronómico de la zona norte de Madrid. Yo tengo para mí, que el fichaje debió realizarse mientras el faraón comprobaba, in situ, cómo se erigía el monumento dorado que, cuando cetro fálico, adorna el eje de la Plaza de Castilla. Uno de mis más conspicuos lectores le tiene puesto mote al monumento. Lo llama “el cipote de Gallardón”, en referencia al de Archidona que nos dejó cantado y contado don Camilo, el de los tres premios.

Manolo, le habría dicho el faraón al heredero del polígono Cobo-Calleja, di que me envuelvan al maitrê que me lo llevo para Correos. Y el anciano maitrê, sin apenas tiempo de despedirse de sus compañeros, como Kunta-Kinte, fue traspasado a la nómina del ayuntamiento.

Ahora, con la jubilación del mayordomo Ramón, el faraón ha contratado a Antonio Jesús, que tiene nombre de mentalista de programa de humor. Este Antonio Jesús ya no es la imagen viva de aquellos mayordomos que tan bien caracterizó Anthony Hopkins en “Lo que queda de día”. Es más joven, elegante y atractivo que el viejo Ramón. El joven mayordomo es aseado y con planta de neogeneracionista de Génova. Como los nuevos tiempos hacen desmerecer el título de mayordomo, y con la pirámide municipal alquilada al torero Cayetano para los anuncios de agua de colonia, al empleo de Antonio Jesús se le denomina “responsable de asistencia ceremonial” y tiene entre sus obligaciones contractuales –siempre según El Confidencial- además de servir desayunos y almuerzos, ser discreto.

Los socialistas, que en su puñetera vida han tenido mayordomo, están que trinan. Noelia Martínez dice que el responsable de asistencia ceremonial también se dedica a espantarle al faraón los paseantes que pudieran encontrarse por los pasillos. Yo creo que la concejal Noelia se ha pasado. Es posible que lo que haga Antonio Jesús es avisar del paso del faraón para que los funcionarios y las visitas hagan la reverencial genuflexión al paso de la Divinidad. ¡Es que estos socialistas son de envidiosos! 

- ¿Verdad, Manolo?.

- Envidiosos y tiñosos, como buenos pobres, Atún con Jamón.

- Que es Tutanjamón, Manolo. No atún con jamón.

- ¡Huy!, perdona alcalde. Es que cuando veo a Antonio Jesús se me vienen a las mientes los canapés que nos sirve con el vermucito....

- David Ortega, el concejal fucsia, también le ha afeado al faraón estos gastos suntuarios –aquí, quizás, hubiera venido mejor el epíteto santuario que el de suntuario- y dice que Antonio Jesús “ni tan siquiera es funcionario”. Estaría bueno que, desde el ayuntamiento, se hubiera convocado un casting o apartado para seleccionar un mayordomo.

- ¡Desde luego, Manolo! Mira que son ganas de tocar las narices.

- Esto ha tenido que ser cosa de Esperanza, alcalde. Que te tiene envidia. No ves que ella no tiene mayordomo en su palacio.

- ¿Tu crees que no lo tiene?

- ¡Qué lo ha de tener!. Cualquier día se le cuela en casa uno de esos indignantes y verás el susto que la dan.

- Indignados, Manolo. Indignados.

- Da lo mismo, Alcalde.

- Pues igual tienes razón, Manolo.

- ¡No la de tener!. Por estas que son cruces.

- ¡Antonio Jesús!

- ¿Un mojito? ¿Un tinto de verano?

- Deja; deja. Te vas a acercar a Sol y contratas a dos perroflautas que sean seguidores del Real Madrid. Les sirves cuatro gintonics de la botella de abajo ¿eh? que la de arriba es la buena. Cuando estén borrachos te los traes aquí. Se me está ocurriendo una putada...

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