ÁNGEL SORIA
Carlos Martínez junto a la ex-socialista Rosa Díez (que no 10)
“Da pesadillas pensar que gente así pueda acceder a las instituciones públicas para regenerar la democracia, y llevados por UPyD”. Pues no exactamente, Martínez. Lo que parece una pesadilla es que la pandilla basura que gobierna el estercolero tuviera entre sus favoritos, a personajes como este y que a nadie -pongamos por caso a su baledor (no es falta de ortografía. Tratándose de quien se trata valía se escribe con be de borrego)- le salga gratis su apuesta por su apoyo en la crisis de Madrid. ¿Qué está pasando en Madrid, Martínez, que se te escapa poco a poco? ¿Será que soplan vientos no controlados entre los Apeninos y los Andes?
En un pueblo italiano/al pie de la montaña/
vive nuestro amigo Marco/en una humilde morada
Y lo que aún es peor es que no hace tanto el parasubidista fuese un modelo de afiliado; un ejemplo de coherencia y un leal súbito de la reina de fastos. Lo que es una auténtica pesadilla es que cada vez que alguien mira a la cara a la dirección del engendro y ve la auténtica cara del lado oscuro, al joker siniestro que oropela “Ambiciones”, resulte ser un desleal y un practicante del “quítate tú para ponerme yo”. Lo que es de traca es que no tengáis ni el más mínimo asomo de autocrítica por vuestras elecciones digitales -de dedazo, naturalmente-, que no asumáis la más mínima crítica repitiéndoos como un mantra laico mientras golpeáis vuestro pecho “cómo es posible que todo, absolutamente todo, lo que nos rodea es, finalmente, deslealtad, incongruencia, personas irresponsables que no han sabido desempeñar sus cometidos”.
No; Martínez. Estás, una vez más, errado. Tu engreída, vanidosa, fatua certeza de ser el poseedor de “las púrpuras de la dirección” te impide mirar hacia dentro. ¿Pero qué es lo que crees que diriges?, purpurado. UPyD es al PSOE o al PP lo que Casa Manolo al Maxim’s; chiste, chufa y cachondeo. “Ya es casualidad que las primarias del PSOE hayan robado todo el protagonismo a las nuestras, pero así son las cosas y así hay que tomárselas”. Pero hombre Martínez ¿es que creías que acaso le ibais a robar vosotros el protagonismo al PSOE y no al revés? ¿Pero es que ya no recuerdas quien es la casa matriz y quien la sucursal?. Recuerda, por si se te olvidó, que el norte es aquello que está a espaldas del sur. Es muy viejo, pero tengo que hacer mención a aquel chiste en que un hombre pregunta a otro al ver a Paco con el Papa; oye Juan ¿quién es ese de blanco que está con Paco?. Ese es el problema, Martínez, que no reconoces al de blanco, sino a Paco.
Pero, ¿a qué púrpura se refiere Martínez?. Veamos. ¿Se refiere al color de la riqueza, al de la nobleza, al del lujo y la ambición?. ¿Se refiere al color que se asocia al duelo, a la penitencia y el sacrificio?. ¿O acaso será porque el color púrpura está asociado a la feminidad y la homosexualidad?. ¿Será la púrpura cardenalicia?. ¿Qué púrpura es la púrpura de la dirección en el fangal?. Porque es posible que se refiera a los Klingons, del universo de Star Trek, que tenían la sangre púrpura; o a Mace Windu el personaje que interpretaba Samuel L. Jackson y que tenía un sable púrpura en Star Wars. Como vemos es casi un asunto de marcianos y alienígenas. ¿Vendrá de ahí la púrpura de Martínez?. No creo que se refiera al Color Púrpura con que Spielberg vestía a las sureñas negras en la novela de Alice Walker. ¿A la Rosa Púrpura de El Cairo, de Allen?. ¡Hombre tratandose de Woody Allen, igual van por ahí los desvaríos!.
Existen varios Martínez. Veámos: Martínez “Pirri” fubolista de cuyas orejas se sacó el modelo para diseñar la copa de Europa; Martínez Campos, militar y político que tenía afición por los pronunciamientos; Martínez Bordíu, médico -o así- del que dicen que mató más gente en La Paz que su suegro en la guerra y Martínez el facha, que de todos los anteriores es el más simpático. Demasiados Martínez para tan pocas púrpuras. No me extraña que la lucha por ellas sean sin cuartel y que, cuando se acarician, se confunda el Olimpo, Monte, con el Olimpo Relax “Tu inspiración, nuestras musas”.
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