jueves, 13 de noviembre de 2008

El infierno de Saviano (Por Aurora Ferrer)

Roberto Saviano (Fuente: ADN)

Mientras el tímido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve.
Proverbio griego


Roberto ya no puede montar en Vespa. Se le acabaron las bocanadas de aire fresco. Sentir la libertad y el viento en su cara es lo que ahora mismo le falta y lo que no volverá, con toda probabilidad, a entrar en su agenda diaria. Ya nunca más podrá aparcar su adorado ciclomotor delante del Mangrove Café de Nápoles, para disfrutar de una tarde con su libreta y sus ideas sin la tentación, de mirar atrás para buscar al enemigo. Ni tan siquiera, por un largo periodo de tiempo, podrá disfrutar del atardecer de las calles de su ciudad natal: Nápoles. Ahora Roberto está “exiliado” y condenado a muerte, le han jurado que no llegará vivo al 2009. No, evidentemente no le ha condenado la ley, esto es mucho peor, le ha condenado Camorra.
La Camorra, (conocida oficialmente como “El Sistema”) es una banda de la mafia que se ha hecho con el poder de Nápoles a lo largo del tiempo, aunque, no solamente es en Nápoles donde ejerce este poder, Gran Bretaña, Alemania y sobre todo España, son testigos de sus negocios sucios. La cifra de personas asesinadas por esta banda, supera la suma de las víctimas de las bandas terroristas ETA, IRA y Brigadas Rojas juntas, ascendiendo esta cifra a la de 3.600 personas asesinadas. Es conocido por la mayoría, que la ciudad de Nápoles vive de una clara economía sumergida. A lo largo de los años, esta mal llamada “organización empresarial”, se ha hecho a la fuerza con el poder de los bancos, políticos y policía de la ciudad. El índice de paro asciende al 20% y en algunos barrios al 50. “Niños soldado” como son apodados, recorren los comercios y al acercarse al dependiente le dicen algo así como: “Soy del Sistema de los Capuleto”, es la contraseña para que los niños cojan lo que quieran. El índice de asesinatos en la ciudad es de tres diarios. Gente como Raffaele Giuliano, 'boss' de Forcella, “tuvo la despiadada voluntad de impregnar con una guindilla la hoja del cuchillo con el que apuñaló a un familiar de uno de sus enemigos, para que sufriera un dolor insoportable mientras, centímetro a centímetro, el arma entraba en la carne” (El País). La Camorra ha impuesto su propio sistema y una ciudad sin ley. No es ningún mito antiguo, no es ninguna película de gánsteres. Dense cuenta de que estamos hablando de una situación real. Olvídense de visualizar para este relato hombres con zapatos acharolados, morenos y fuertes, con traje de raya ejecutiva blanca y sombrero negro con cinta del color de la raya del traje. Por muy bohemio que suene aquello de “la mafia italiana” debemos de salirnos del estereotipo que el cine un día fabricó para nosotros y mirar objetivamente lo que hasta hace poco tiempo ha estado oculto a nuestros ojos.
Roberto Saviano decidió un día no seguir impasible y callado. Muchas eran las situaciones abusivas que había vivido en la ciudad que le vio crecer. Muchos fueron los momentos que tuvo que tragar y asumir, como ver a sus vecinos caer acribillados por las balas de la corrupta policía u observar en primera persona como una lluvia de cadáveres inundaba el puerto de Nápoles. Los muertos caían desde un contenedor destinado a uno de los barcos que allí estaban atracados. Por desgracia (o fortuna para el resto de los ciudadanos, es decir, nosotros) Roberto lo vio en primera persona y la imagen se quedó grabada en su cerebro, superando los límites de la obsesión y consiguiendo con ello, mostrarnos esa imagen tan preocupante y desconocida en el resto del mundo. La ira acumulada de toda su infancia le hizo enfundarse de una valentía temeraria para sumergirse al fondo en el mundo de los clanes. Trabajó para ellos y anotó cada uno de sus movimientos, cada uno de sus nombres. Se perdió meses y meses entre expedientes judiciales, mientras tenía encendida la emisora de la policía para llegar al lugar de los hechos a la misma vez que los agentes. Grabó las caras de aquellos tipejos a fuego en su memoria. Viajó allí donde ellos viajaban. La Camorra era y es su obsesión, y hoy, en honor a su valentía, debería ser también la de todos nosotros. Roberto está amenazado de muerte por La Camorra por haber escrito el libro: Gomorra, donde narra con exactitud y con todo lujo de detalles una realidad que merecía ser contada al mundo entero. En el libro, Roberto no ha dejado nada a la imaginación ni al aire, los datos son expuestos con total claridad, incluso nombres y apellidos de los mafiosos y sus respectivos lugares de culto. Con todo lujo de detalles, nos expone los negocios que han sido poco a poco introducidos en el resto de Europa, como por ejemplo España, donde los camorrenses han desplegado bien a gustito sus alas, concretamente y en su inmensa mayoría en la Costa del Sol y Andalucía (a la que cariñosamente llaman Cosa Nostra). No sólo han expandido sus negocios, sino que también forman parte del engranaje de la economía española. En su gran mayoría, son propietarios de complejos turísticos, hoteles, discotecas, negocios inmobiliarios y restaurantes. Es importante conceder importancia a estas declaraciones hechas sobre nuestro país por Saviano concedidas a un diario digital: “[…] Sin lugar a dudas el país más liado con La Camorra es España. Es allí donde se tratan los negocios colosales de la Camorra, que giran alrededor del tráfico de estupefacientes y del lavado de dinero sucio gracias al sector inmobiliario […]”.
A estas alturas del relato, ya se habrán dado cuenta del peligro al que se ha visto expuesto Roberto Saviano y al que ahora mismo está sometido. Sin tapujos, una denuncia social que ha asestado un golpe bajo a este clan de empresarios malnacidos y que le ha acarreado vivir en el más profundo anonimato y sin apenas poder salir al exterior. Como pueden comprobar, se ha jugado el pellejo por mostrar al mundo una cruel realidad desconocida. Hoy el escritor asegura, que si pudiese volver a elegir no escribiría el libro. Verse privado de sus derechos fundamentales no es el único motivo. Estar todo el día en compañía de los escoltas tampoco. Asegura que sí no lo volvería a escribir no sería por las amenazas, sino por todo lo que éstas han traído consigo: el comportamiento de las personas cercanas a él y de los editores, que muy lejos de ayudarle le han cerrado las puertas, mostrándole la peor cara de aquella palabra tan bella: “humanidad”, bien por miedo, o bien por complicidad con la organización sanguinaria. Incluso en panaderías y comercios pequeños le pidieron que no volviera a comprar por allí. Tan insoportable se fue haciendo la situación que apenas podía salir de su casa. Un día recibió el chivatazo de que se preparaba un atentado contra él y contra sus escoltas. Puso pies en polvorosa y salió precipitadamente de su país rumbo al exilio. Con una vida confusa y caminos misteriosos y con la única compañía de su sentencia de muerte y sus escoltas. Ninguno de nosotros podremos saber jamás hasta que punto llega su sentimiento de soledad. Jamás podremos ser conscientes de lo que él se arrepiente por haberlo publicado. Vive sintiendo el frío cañón de una pistola en su nuca ¿Por qué? por mostrarnos la realidad a todos nosotros. Si no fuese por lectores que deciden involucrarse a una causa, el mundo jamás cambiaría, el horror sería maquillado y caminaríamos felices por el elitismo de la estupidez. En ocasiones se requiere un poco de esfuerzo, y más cuando somos conscientes de un golpe tan duro a los derechos humanos de iguales a nosotros. La lucha por el exterminio de la tiranía y la amenaza debe de acabar, y os aseguro que todos podemos hacer algo por ello. Se lo voy a demostrar. ¿Se acuerdan de lo que les decía antes sobre que Saviano había visto caer millones de cuerpos sin vida desde un contenedor de un barco? bien, pues al seguir el rastro del contenedor, este le llevó directo al gran imperio de la moda italiana, el cual está sostenido por miles de inmigrantes, que lejos de ser trabajadores, son esclavos a los que someten a las peores condiciones de las que ustedes son capaz de imaginar. Sin luz, sin agua, sin camas, sin apenas comida, en condiciones realmente infrahumanas, bajo el control de esta mal llamada “organización empresarial”. Justamente de ahí, como bien cuenta Almudena Grandes en un artículo para el periódico del que es columnista (esta vez Almudena, voy a citarte para bien, no te me acostumbres), nace la aventura de Roberto Saviano por introducirse en el mundo oscuro y llenarlo de luz para que todo el mundo lo vea. Y lo ha hecho. Ahora está condenado a muerte, sus enemigos le han asegurado que no llegará al 2009. A pesar de todo ello, las grandes firmas de moda italiana siguen siendo promocionadas en televisión. A pesar de ello, millones de productos hechos por esos esclavos, son comprados con nuestro dinero ¿Hasta cuándo vamos a estar ciegos? ¿Cómo podemos seguir entretenidos viendo el Diario de Patricia o las noticias de Telemadrid mientras sucesos así están gritando nuestra atención? A Roberto se lo quieren cargar. Ve a la librería coge el libro e infórmate de lo que ha hecho. Se ha jugado la vida para que intentemos salvar la de otros. A pesar de ello, la derecha mediática italiana se empeña en decir que se queja demasiado, que como él hay muchos. Claro, no les interesa lo más mínimo que la historia tenga repercusión, aunque creo que ya es tarde (¿se imaginan de que dirigente italiano estoy hablando?).
Tendemos a hacer mitos, ídolos y héroes de personas que realmente son productos de nuestro marketing cultural. Héroes de pega y de tres al cuarto que anulan la proyección de lo que realmente interesa: gente comprometida, que sin falsos delirios de grandeza de cambiar el mundo, contribuyen cada día a hacerlo mejor. Mi más sincero aplauso a Roberto Saviano. Mi más sincero aplauso a su humildad y valentía.
Aurora Ferrer

8 Lengüetazos:

López dijo...

Otro artículo que señala una cruda y terrible realidad; otro infierno como bien titulas. Me parece muy oportuno que se den a conocer estos casos que ocurren en nuestra Europa, en plena civilización occidental. Además, está muy bien contextualizado.

Siempre que te cuentan alguna historia sobre “La Camorra”, desde la distancia, parece como si fuera algo “de película” y a veces, en el fondo, piensas que en realidad debe ser una mafia “a la marbellí” o una cosa así (a la que no quito importancia, pero que no tiene tanto poder); asique vienen muy bien estos artículos que te ponen en situación y te hacen pensar... Y es que es muy difícil asumir que ese grupo de mafiosos tenga tanto poder en un Estado de Derecho europeo (muy debilitado, pero en principio lo es). Tanto poder como para no sólo crear un propio “sistema” al margen de la Ley, sino también para hacerle la vida imposible a un hombre libre.

Yo personalmente, por ejemplo, desconocía el tema de la moda italiana y me ha llamado mucho la atención. Asique sumo ese libro a mi lista. Promete.

Muy buen artículo Aurora. Estas hecha una “periodista denuncia”. Siempre con claridad y sin complejos. Personas como tú dignifican las profesiones. Aplausos para Roberto, pero también para ti por hacerte eco con tu estilo brillante de estas cosas.

Felicidades por el artículo. Saludos :)

Anónimo dijo...

No solo el aplauso es para Saviano, también para ti por reportarnos casos tan interesantes demostrando, con cada uno de tus textos, la inquietud que la injusticia provoca en ti. Un aplauso también a tú humildad.
Antes de ir a comprar a una tienda piensa un poco, quizás lo que compres haya sido realizado con la esclavitud de personas iguales a ti.

Ahora está en cines la película, aunque sin lugar a dudas, recomiendo encarecidamente que antes se lea libro.

Anónimo dijo...

Es vergonzoso lo que la Camorra hace, pero más vergonzoso aún es que los politicos hagan la vista gorda y silben porque según el mismo Roberto Saviano, es lo que hacen en España (incluso en una entrevista citó a Aznar y ZP) Tenerife está en la mano de estos mafiosos, al igual que como bien dices La Costa del Sol y Andalucía. Nuestro gobierno es consciente de lo que ocurre pero interesa que esa sucia economía se mezcle con nuestro sudor como si no tuviesemos ya bastante con los desgraciados de eta... se les ha permitido edificar y edificiar, darnos de comer en las playas, alojarnos en sus hoteles, y aún sabiendo el gobierno que eran unos asesinos ¿a esta gentuza del gobierno es a la que estamos confiando la lucha contra eta?
no hablemos de las modelos que se ponen los trajes de los tan reconocidisimos modistos italianos, superficiales, hipócritas y sin cerebro. Preocupadas de su mini-talla y de que no se le mueva un pelo del flequillo para estar monísima, pero no se le ocurre plantearse porque proceso de fabricación pasó el modelito que lleva puesto para ser la mas fashion y la más adorada. A todos ellos eso les da igual para eso estamos los pringadillos, para sacarles las castañas del fuego y luego aplaudirlas en las pasarelas, ni se manifestaron seriamente contra la muerte de chicas jóvenes obsesionadas con el peso ni tampcoo lo harán ahora, esa gentuza ya está por encima del bien y del mal.
os recomiendo mirar la etiqueta y más allá de ella cuando volváis a ir a un establecimiento, no seamos nosotros los que financiemos tan cruel tortura.

Un artículo brillante, gracias por rescatar a héroes que verdaderamente lo merecen.

Fco. Jiménez

Ana dijo...

Tenía anotado investigar sobre la historia de este hombre, millones de gracias por hacerlo por mí. Un reportaje fantástico y narrado de una forma brillante.

un abrazo monstrua ;)

Anónimo dijo...

Lo que uno se pregunta es que ésto ocurra en la Unión Europea del Siglo XXI.
De todos modos yo siempre he reflexionado de qué manera tan difícil es acabar con todas estas bandas mafiosas, incrustadas de tal forma en la sociedad que hacen y deshacen negocios turbulentos sin que nadie les pida explicaciones.
Un saludo, y felicidades por el artículo!

Mario Viggiani dijo...

Hola,
interes en un intercambio de enlace con mi blog de noticias y actualidad?

saludos
mario - economia24

Anónimo dijo...

que sigamos siempre encontrando casos reales de valentía sincera

Mario Viggiani dijo...

hola,
ya he puesto tu link en mi blog de noticias y economia!
Graciaaaaas

Como buen italiano quiero darte las gracias por este articulo. En cuanto a la mafia, camorra, ndranghetta y las otras formas de organizaciones criminales mi pregunta es: que podemos hacer? Los politicos italianos prometen y prometen...dicen que quieren nuestro bien y tienen razon: se lo quedan hasta el ultimo euro. ganan 19.000 euros al mes + gastos+ extras para desspues de una legislatura recibir otros 250.000euros para reintegrarse en la vida social!!!tenemos un presidente que manipula las leyes y decretos para evitar de tal manera la carcel. gente como Falcone y Borsellino los eliminan con una bomba... El ex ministro Andreotti un dia culpable de partenecer a la mafia, al dia siguiente asuelto de todas las acusaciones..La mafia esta ya en los cargos mas altos de la politica italiana. Otro ejemplo? Alitalia: dicen en un primer paso que la salvan cuando en verdad lo que hacen es eliminirla, despidiendo todos los trabajadores y dejando las deudas al estado italiano que las paga con dinero nuestro. En el segundo paso La "nueva alitaia" se queda con los aviones nuevos y recontrata los mismos trabajadores de antes ( pierden pero los derechos que tenian antes al ser nuevos contratos!) que pueden hacer los italianos resignados ante tanta falsedad?
Pero italia (por suerte o desgracia ) no es solo eso, porque Italia es tambien la cuna de las bellas artes, de la musica y de la dolce vita...asi que nada ...aguantar y seguir adelante..
ciao
mario