"El Faraón"; por Aurora G. Pérez

EL COLOSO DE TUTANKAMON. AUTOR DESCONOCIDO *

Tuve ocasión de oír las declaraciones del Alcalde, Alberto Ruíz Gallardón y de su segunda de abordo, Ana Botella, anunciando un nuevo Proyecto de Ordenanza Municipal, reguladora de la publicidad exterior para la Villa de Madrid. En ese momento, inicié la búsqueda de tan ilustrativo documento (me refiero al proyecto, claro), y después de varios intentos, por fin me hice con él (os adjunto vínculo para que podáis comprobar su contenido). Es impresionante hasta donde llega el afán recaudatorio del consistorio, quien utilizando “el arte del envoltorio” propio de la maquinaria de marketing de ZP, hace uso de la defensa de la dignidad humana como papel de celofán para envolver el contenido real, que no es otro que tener un soporte normativo y por tanto legal, para poder ampliar su capacidad sancionadora, asegurándose con ello ingresos por doquier en aras de poder afrontar las deudas que por su gran ambición faraónica ha contraído en nombre de todos los ciudadanos que formamos parte de Madrid. ¡¡Hacía mucho tiempo que no oía algo tan sectario y contrario a la libertad!!, propio de regímenes totalitarios dictatoriales, y les explicaré porqué.

Permitidme que os describa algunas de las cosas que ocurren en el centro, y no me refiero a las calles del barrio de Salamanca, sino a Sol y las calles adyacentes. Resido en una calle justo detrás de la Puerta del Sol, por lo que soy observadora de primera fila de la dejación de obligaciones municipales, permisibilidad y situaciones dispares que se dan cada día. Con independencia de donde residáis vosotros, seguro que conocéis perfectamente que la Calle Montera, se inicia en Sol y finaliza en Gran Vía, justo enfrente de la calle Fuencarral. Especifico tanto, para situaros en el escenario, espacio que concentra el mayor número de transeúntes durante todo el año y a cualquier hora del día. Pues bien, seguramente sabréis que la sede de la Policía Local de Madrid, está situada en el primer tramo de la concurrida calle Montera, por lo que en la misma hay bastantes agentes municipales que transitan a pié y en moto, conviviendo en perfecta armonía con más de 30 prostitutas y proxenetas (en menor número, pero suficientemente visibles) durante todo el día y la noche, sin que este hecho suponga para los agentes ningún problema, es más, los agentes pasean tranquilamente, mientras las prostitutas realizan sus exhibiciones y captan a sus clientes, dirigiéndose posteriormente a inmuebles (de todos conocidos) de la callle Jardines y Caballero de Gracia, donde culminan su ejercicio profesional, todo ello, con pleno conocimiento de los agentes, sin que estos hagan nada para evitarlo.

Volvamos a la Calle Montera. Mientras se realizan múltiples “transacciones profesionales”, cientos de personas circulan diariamente: residentes, turistas, niños, mayores, jóvenes, etc., gentes venidas de todas partes y que lejos de estar encantados, se sorprenden de lo que allí ocurre; todo se desarrolla ante los ojos de cualquiera que no sea ciego, y aún siéndolo, si no es sordo, también lo percibe. Calle Montera, sita en el centro neurálgico de la Villa de Madrid, tarjeta de presentación a todos los forasteros, que llegados de todas partes, ávidos de vivir días intensos de emociones, cultura, espectáculos, gastronomía y marcha nocturna variopinta, propia de una capital de la Europa del siglo XXI, quedan estupefactos al conocer lo que allí pasa. En un gran número de casos, la inseguridad ciudadana se les muestra con toda su crudeza, al ser saqueados de sus pertenencias; por algo es conocida, como una de las ciudades europeas con mayor índice de criminalidad. Madrid, Villa insigne, testigo de una rica historia, ciudad abierta y acogedora, capaz de hacer sentir al que acaba de llegar parte integrante de ella, sí, donde sus vecinos te ven como conciudadanos y no como forastero, como ocurre en otras ciudades, aunque lleves 20 años viviendo en ellas.

Ahora entenderéis como me sentí ayer con el burdo anuncio realizado por Ruiz-Gallardón, con su decisión de prohibir los “hombres anuncio”, forma publicitaria muy extendida en el centro de capital. Su fundamento: "la dignidad de las personas". "No lo prohibimos sólo por razones estéticas, sino porque el Ayuntamiento no debe promover esas conductas”. ¡Increíble!, pero cierto, califica la permisibilidad de ese modo de publicidad con la promoción; en ningún momento he observado ningún tipo de campaña o publicidad realizada por el consistorio, fomentando y promoviendo tan “indigna” modalidad publicitaria.

O sea, que si no dicta la ordenanza prohibiendo semejante modalidad publicitaria, la permisibilidad, se convierte en aceptación tácita, y el, como garante de valores morales, tiene que poner remedio a tan aberrante situación. Según él, por cierto, no sé si las competencias de la Inspección de Trabajo han sido transferida al Ayuntamiento de Madrid, y ya no depende de la CAM, puesto que califica a ese modo de actuar o trabajar, como “vejatorio e indigno”, realizando la labor no de investigación si estos trabajadores tienen cubiertos todos sus derechos, no, eso no, para qué, es preferible prohibirlo en honor a la persona, a su integridad física y moral; los mismos que voluntariamente y ante la falta de un trabajo “ más digno”, y al objeto de poder comer, (si es posible, tres veces cada día), se ven obligados a desarrollar semejante actividad. Supongo, que para cuando entre en vigor, habrá pensado en la actividad “digna” que a partir de ese momento van a desarrollar estos “hombres anuncio”.

Volviendo a su declaración, en concreto a la parte en la que dice: “el Ayuntamiento no debe promover esas conductas”, y retomando nuestro recorrido por la Calle Montera, me surge la duda de cómo califica el ejercicio de la prostitución ante los ojos de todo el público, incluido los agentes municipales. Al no prohibir semejante actividad, ¿está promoviendo su ejercicio? quizás le resulte mucho más digno ejercer la prostitución o ser explotador de mujeres (en muchos casos niñas, y me refiero a los proxenetas), un trabajo digno de protección y por eso no lo erradica de las calles céntricas.

Aunque se un poco rollo, permitirme que os detalle el artículo concreto del Proyecto de Ordenanza Municipal, donde se especifica el ámbito de la prohibición:

“Artículo 2. Medios de expresión publicitaria no autorizados.

1.- Se prohíbe expresamente

a) La fijación de publicidad o propaganda mediante carteles, pegatinas, etiquetas, proyecciones y otros procedimientos similares y la realización de inscripciones y dibujos con motivos publicitarios, salvo en el caso de tratamientos integrales de paredes medianeras, sobre paramentos de edificios e instalaciones, pavimentos, muros, monumentos, obras públicas, elementos de mobiliario urbano, alumbrado, registros de instalaciones o cualquier otro servicio público.

b) La colocación de carteles indicativos o de señalización direccional con mención de marcas, distintivos, logotipos, nombres comerciales o de establecimientos, productos, promociones, etc. en vía pública y la utilización de las señales de circulación, de los báculos y columnas de alumbrado público y de los rótulos viarios con esta finalidad.

c) El reparto o entrega en vía pública de folletos, anuncios, pegatinas o cualquier otra clase

de producto publicitario.

2. Se prohíbe la publicidad en cualquier tipo de vehículo o remolque, en circulación o estacionado, excepto la que se autorice en periodo de campaña electoral y la que se realice en los vehículos municipales destinados al transporte público de viajeros y los interurbanos integrados en el Consorcio Regional de Transportes. En aquellos vehículos que pertenezcan a actividades económicas podrán figurar elementos de identificación de sus titulares, como logotipos o marcas, sin mención de productos o promociones.

Los vehículos que emitan propaganda electoral podrán circular durante el periodo de tiempo que duren las campañas electorales.

3. La utilización de medios publicitarios sonoros está expresamente prohibida dentro del ámbito general de esta Ordenanza, rigiéndose su régimen disciplinario y sancionador por la normativa específica de protección del medio ambiente urbano frente a la contaminación acústica.

4. En el término municipal de Madrid, se prohíbe la utilización de personas como soporte publicitario.

5.- Se prohíbe la publicidad que atente contra la dignidad de las personas, vulnere los valores y derechos reconocidos en la Constitución de conformidad con lo dispuesto en la ley 34/1988, de 11 de Noviembre, General de Publicidad, así como la que fomente el consumo de sustancias adictivas de acuerdo con lo establecido por la ley 5/2002, de 27 de junio, de Prevención de la Drogodependencia y otros Trastornos Adictivos, pudiendo ordenarse la retirada inmediata de la publicidad que infrinja esta prohibición.

Como diría un famoso torero: ¡IMPRECIONANTE!. Cualquier tipo de presencia publicitaria en el término municipal de Madrid, va a estar sujeta a la concesión de la licencia administrativa correspondiente, por supuesto, una vez concedida, quien se beneficie, deberá de pasar por “Caja”. A tenor del contenido de la exposición de motivos y del articulado, me pregunto que ocurrirá con todos los grupos que tienen por costumbre manifestarse semanalmente en la Puerta del Sol ¿también tendrán que solicitar la correspondiente “Licencia”?. ¿Qué va a ocurrir con las protestas de agricultores, ganaderos, transportistas, sanitarios, docentes, etc, etc?, además de solicitar autorización a la Delegación del Gobierno para manifestarse, van a estar sujetos a la solicitud de la licencia publicitaria?, ¿cómo van a tratar estos supuestos?.

Por cierto, ¿y el afilador?, sí, ese que los sábados por la mañana circula por las calles del centro subido a su motocicleta, armónica en boca gritando: ¡¡el afilaoooooooooor!!, éste, ¿también va a tener que solicitar licencia y pagar las tasas correspondientes?. Quizás, también le parezca indigno y directamente la prohíba, perdiendo así al personaje de las películas en blanco y negro de Paco Martínez Soria, éste, al igual que el luminoso del “Tío Pepe”, debería de ser una especie protegida.

Ahora, vayamos a Preciados y Calle del Carmen. En ella podemos observar, si el volumen de personas que circulan nos lo permite, como gran cantidad de portales y zonas de cajeros automáticos, están ocupados por personas que han hecho de la mendicidad su forma de vida. Solos, o acompañados de un perro, protegidos por cartones y con gran acumulo de basura alrededor, forman parte de la estética de las calles céntricas. Se ha convertido en escenario habitual de las principales calles de Madrid, que por supuesto, Gran Vía, no es ajena a él, ante la mirada perpleja de miles de visitantes, que esperando encontrar una ciudad cosmopolita, descubren semejante espectáculo, con el beneplácito de las autoridades locales. Policía Local, lejos de evitar que ocurra, lo permite, incluso en espacios que quedan totalmente invadidos y donde el resto de los mortales no pueden acceder. En este caso y volviendo al uso de los términos del Alcalde, al permitirlo, ¿también lo fomenta? ¿no es denigrante para el ser humano la mendicidad? ¿le parece armónico, estético y no vejatorio lo inhumano del ser mendigo?. ¿porqué no fomenta la creación de espacios donde estas personas puedan pernoctar y cubrir sus necesidades más básicas?. Sencillamente, porque ellos no votan y además, en estos casos los usuarios, no reportan ingresos al consistorio, aunque les sancionen, estas son del todo incobrables, finalidad real cubierta con el envoltorio primoroso y honorable de la “dignidad humana”.

Cuando leí por primera vez el articulado, no pude por menos que pensar, que esta norma parece sacada expresamente para evitar que UPyD esté en la calle con los ciudadanos. Sí, UPyD, como nuevo partido político, nacido de un movimiento cívico, sin apoyos mediáticos y carente de medios económicos para poder hacer campañas televisivas, no le queda otra posibilidad, que hacer campaña en las calles de Madrid; su objetivo: dar a conocer el estupendo proyecto del que muchos formamos parte. Son miles de voluntarios que de forma altruista, se organizan y colaboran para informar directamente a los ciudadanos de Madrid, entregándoles pasquines informativos, pegatinas, folletos, etc., cualquier soporte o medio en el que reflejar quienes somos y cuales son nuestras propuestas. Si esta normativa entra en vigor y al ser discrecional la concesión de la correspondiente licencia, corremos el riesgo de que nos intenten silenciar dentro de Madrid. Si eso ocurre, lejos de ser una medida protectora del “medio ambiente”, se convierte en una restricción a la libertad de expresión propia de un Estado totalitario, pero creo que Gallardón, tiene grandes delirios faraónicos, incluido el totalitarismo. Si esto ocurre, seremos miles de ciudadanos los que nos echaremos a la calle para evitar un atropello semejante.

Ya ocurre en bastantes municipios. Participar en cualquier evento público, como es una fiesta local, donde las asociaciones vecinales y los partidos políticos “al uso”, están presentes, a UPyD no se les concede la autorización correspondiente, con la patética explicación de no tener representación en los ayuntamientos. Cualquier partido político y asociación vecinal, del tipo que sea, puede estar presente, sin embargo UPyD no. Con esa negativa, evitan que UPyD esté presente en igualdad de condiciones. Por ello desde este espacio, lo denuncio, por ser una medida discriminatoria y contraria a la DEMOCRACIA. Claro, que no existe otra razón que el temor a que miles de ciudadanos nos conozcan; conozcan lo que hacemos y vean en nosotros a esa alternativa inexistente hasta hace poco. Pues si en algún momento han pensado que van a poder con la voluntad de los ciudadanos, ¡que equivocados están!. Hechos como estos, lejos de conseguir que no se nos vea, produce el efecto contrario, nos alienta a seguir en la calle siendo totalmente respaldados por una ciudadanía que comienza a despertar del largo letargo de la era de Gallardón. ¡¡Ánimo a todos!!. Sigamos defendiendo lo que consideramos justo.

Aurora García Pérez

Etiquetas: Aurora García Pérez, CSC, Denuncias desde la Sociedad Civil, Malas Artes, Nacional, Política, Sociedad