miércoles, 6 de octubre de 2010

UN PARTIDO DIFERENTE

ÁNGEL SORIA



Alexander Pope dejó escrito que “el que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera” y es cierto; para ser un mentiroso profesional, esto es, para vivir del cuento y moldear la verdad en tu propio beneficio, se necesita una gran memoria y la certeza de que nadie se va a acordar de la mentira precedente. Ahora, claro, con esto de Internet y, si se vive de la parla, de la búsqueda de entrevistas y de las horas de publicidad gratuita para la Cosa, cuesta mantener el tipo.
 
Cuando una lideresa, en pleno orgasmo de entrevistas declara que “quiere hacer un partido distinto; que quiere llevar a cabo una manera de hacer política distinta en España”, lo que está diciendo, realmente, es que su partido ya era un partido distinto; porque su partido es un partido con dueña, no de sus afiliados sino de ella y sus órganos. Así pues, técnicamente, la lideresa no está mintiendo sino que está transformando lo común en propio pese a quien pese. Y lo remacha declarando “yo creo que muchísima gente quiere otra política”. Así pues, ella ha recogido el sentir del pueblo -que es frase con la que goza enormemente- y se ha dedicado a hacer “otra política”. Ni democracia, ni leches. Je suis le parti. ¡Pues qué bien!, pero eso no es otra forma de hacer política, sino volver a Luis XIV, «L'Parti, c'est moi».
 
Dice “quiero que los ciudadanos se acerquen a nosotros con un pensamiento crítico y libre, no de seguidores forofos”. Luego, añado yo, ya los pondremos entre los órganos y yo en su sitio y si hay que llamarles batasunos; pues se hace y aquí no pasa nada. Y si pasa, se le saluda. No en vano ella se vanagloria de “argumentar siempre, sin descalificaciones personales”. ¿Oiga, entonces batasuno no es un insulto ni una descalificación escandalosa?. Pues yo creo que no, lo que pasa es que ustedes los herejes son muy picajosos y muy tocapelotas y se pasan el día quejándose en la Internet con el dichoso Plaza Moyúa de las narices.
 
La lideresa sigue con su cantinela y añade “Mis hijos jamás me han dicho que lo deje, y si me lo han dicho...”. Pero vamos a ver, lorito real, ¿te lo han dicho, o no te lo han dicho?. Mientes hasta en la misma línea de la entrevista. “Yo soy muy alegre y amiga de mis amigos”. Claro que sí; ¿verdad, Mikel?. 
 
En el partido todos tienen derecho a opinar, pero no lo tienen a condicionar las decisiones libres que tomamos dentro de los órganos del partido”. ¿Qué, Aldea?, ¿cómo se te ha quedado el body?. O sea, los órganos tienen derecho a ocultar las denuncias pese al sello de entrada. Los órganos deciden y son infalibles, como el Espíritu Santo, pero dentro del partidillo ¿a qué órganos se refieren?. Hacemos lo que nos sale de los órganos, podrían haber dicho para reafirmar su indiscutible superioridad. Ahí sí que hubieran demostrado otra forma de hacer política. La RAE dice: condicionar: hacer depender algo de una condición. O sea que unos afiliados que presentan una enmienda a la totalidad de los acuerdos, en virtud de un reglamento que se han sacado de sus mismísimos órganos, merecen, por su atrevimiento y su intrépida disidencia que se practique sobre ellos la purga de Benito, de Benito Mussolini, claro. ¿Y esta es la forma diferente de hacer política?. Den ustedes gracias, señores disidentes, del tiempo en el que estamos. Si esto lo llegan ustedes a hacer en los, para ellos, añorados 60, les hubieran desterrado y diseminado por todo el territorio nacional.
 
Veamos cómo se hace esa nueva forma de hacer política. La lideresa, como propietaria del partidillo gozará de la facultad de elegir discrecionalmente un tercio, al menos de los miembros del Consejo de Dirección. ¿Eso es la nueva política?. Pues no; y se lo recuerdo. La Ley Orgánica del Estado otorgaba a don Francisco Franco, jefe del estado e invicto claudillo al nombramiento de cuarenta consejeros nacionales. A estas cuarenta personas se las denominó los Cuarenta de Ayete, por el palacio guipuzcoano donde realizó el dictador su primera elección. El Comité Político del partidillo ya tiene, pues, sus Cuarenta de Ayete que dependen, directamente, de la Caudilla fresisuiss. 

Estas y otras cuestiones le son preguntadas a la lideresa en Europa Press. Termina preguntándose y respondiéndose a sí misma ¿No es éste un modelo diferente de partido político? Pues creo que sí". Pues yo no lo creo, lorito real. Y es que eso ya existía y se llamaba Movimiento Nacional. Que como a don Paco, a ti te mueve menos el pensamiento crítico y libre y un poco más las adhesiones inquebrantables. De lo contrario, ya sabemos: la purga del disidente; el expediente inconcluso; la suspensión de los derechos del afiliado... Quiero finalizar este post recordando nuevamente a Pope “Las palabras son como las hojas; cuando abundan, poco fruto hay entre ellas”. Nada más... lorito real. Nada más.

1 Lengüetazos:

TÁNTALA dijo...

O sea, según usted ese partido es de propiedad privada y sigue el modelo de la democracia orgánica. Lo importante es, al parecer, el órgano o los órganos, en especial los de la propietaria, a los efectos de la toma de decisiones. Y para que los órganos no se desmadren tiene consejeros de Ayete, como en el Consejo Nacional del Movimiento, Lo dicho, democracia orgánica pura y dura.
Es verdaderamente extraordinario todo esto. Sabía de la garn bondad del Generalísimo, de su ejemplar muerte casi en olor de santidad, de las varias iniciativas que ha habido para elevarlo a los altares incluso a pesar de la Ley de la Memoria Histórica. Pero lo que no sabía es que hubiera sido capaz de resucitar y a la vez de cambiarse de sexo y de pasar de rellenito y calvo a delgado, incluso anoréxico, y con pelo. Es este un acontecimiento que ha de pasar a la historia política de España. Claro que, mucho cambio de sexo y de pelo, pero lo que no cambia ni un ápice es de ideas políticas. Lo dicho, con la democracia orgánica hasta el final y más allá del final.
No se por qué, pero ahora recuerdo a un tal Fuentetaja que, hará algo más de un año, se largó de ese partido y señaló que el partido y su lideresa eran franquistas. Iba bien encaminado este Fuentetaja, aunque no fue capaz de descubrir que la lorito real era no ya la reencarnación del Generalísimo, sino el mismo Franco en persona.
En fin, ¡vivir para ver!
PD. Aprovecho para decirle a Buesa (supongo que será el Mikel que usted cita) que haga como su excelencia, no se meta en política.