La llamaron la Generación X. Quienes nacieron a caballo de los años 70 son los primeros hijos del bienestar. El mundo estaba a sus pies. Pocos conocieron la opulencia desde el principio, pero casi todos tuvieron, entre otras muchas certezas, la de ir a la Universidad. No les hacía falta salir del pueblo, porque eran urbanos. Fueron los primeros que intentaron aprender inglés y viajaron en low-cost, mientras pasaban sin darse ni cuenta de las máquinas de marcianos a Internet. No vivieron el franquismo, que era cosa de sus padres y sus hermanos mayores. No tenían que liberarse de casi nada, salvo de sus propias ilusiones. Tenían todo lo necesario para imaginar un futuro sin conquistas ni límites. Y no había prisa por alcanzarlo. De ellos se decía que eran jóvenes sin ideales, que se negaban a crecer, pero no por pereza o falta de ambición. No tenían motivos para no darle tiempo al tiempo.
Al cabo de pocos años los más afortunados habían dado el pelotazo. La verdad es que la inmensa mayoría no tuvo esa suerte. Porque eso era cosa de suerte. No contaban ni los méritos, ni el esfuerzo, ni la preparación, ni (sólo) los enchufes. Te podía tocar a ti o a tu vecino, si estabas en el momento justo en el lugar oportuno. Pero bastaba una pequeña diferencia de edad, o ser de esa clase de gente que se conforma con menos, para quedarte fuera. Se suponía que tarde o temprano volvería a pasar el tren. Las diferencias entre los que se habían montado y los que no, con el tiempo, son cada vez mayores. Nadie imaginó que la cosa iba a llegar tan lejos.
Los descartados en la lotería de las oportunidades se convirtieron enseguida en gloriosos pioneros de muchas cosas. Para empezar, del mileurismo. Fueron enganchando contratos basura hasta que se hicieron autónomos, de esos que trabajan en sectores productivos externalizados, donde la competencia es despiadada y la inseguridad ley de vida. A punto de que se les pasara el arroz tuvieron un hijo, dos como mucho, pero seguían confiados. Por entonces alguien les había aconsejado que se hipotecaran. No se lo pensaron demasiado. Ahora les ha pillado la crisis y les quedan varias décadas por delante para seguir pagando. Ni siquiera saben a qué interés. Es verdad que de momento no están en paro, como sus sobrinos un poco más jóvenes, pero estos les llevan una buena ventaja, porque les queda tiempo para vivir de sus padres o del cuento. Pueden esperar a que escampe. No están hipotecados. No tienen críos. Sus vidas no están comprometidas. Eso de las pensiones les queda muy lejos. Por cierto, otro tema escabroso. Ya sabemos que no se van a prejubilar, pero ¿qué pensiones les quedarán a los eternos muchachos de la Generación X?
8 Lengüetazos:
Joder que artículo más bueno... lo unico que se puede comentar es "amen".
¿qué va a pasar con nuestros jóvenes? ¿cómo van a salir del hoyo?... ¿pensiones?
Gracias a las dueñas de sin complejos por esta magnífica incorporación. He buscado sobre el tal Greppi y... ¡menuda categoría!
y no esta nuestra generación más joven mas perdida ahora que antes?
lo que hay que preguntarse es si los jóvenes de hoy tienen alguna salida o realmente sería mejor que la genet no tuviera metas para ser feliz.
El paro joven no hace más que crecer, y verdaderos currantes como una de las propietarias de este blgo, se ven formadisimos y sin un duro, un puesto de trabajo y una vida digna
¿no es esto subdesarrollo social?
yo soy totalmente negativo, creo que nuestros jóvenes van a tener que volver al campo, plantar arroz y tneer vacas. Con este Gobierno y esta asquerosa crisis vamos pa atras como los cangrejos pero a pasos de gigante.
¿Me podéis recomendar algún texto o libro de el autor de este artículo? por lo que he podido comprobar es experto en Democracia y tiene una calidad intachable. Estoy elaborando un estudio y me gustaría consultar fuentes de él.
Gracias de antemano
Dejadme que le pregunte al Dr. Greppi, ya que tiene muchísimas publicaciones y prefiero que sea él quién los recomiende.
En cuanto me los facilite los publico aquí Mario.
Gracias a todos por la visita y por mostraros "sin complejos" como debe ser. Este artículo del Dr. Greppi, como casi todo lo que sale de su pluma es magnífico. Me alegra que os hayáis identificado con lo que nos ha contado hoy.
Un abrazo
Concretamente de teoría de la democracia.
muchas gracias
Mario aquí te dejo el título:
* A. Greppi, "Concepciones de la democracia",
Trotta, Madrid, 2006.
¡Saludos!
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