viernes, 19 de junio de 2009

Vicente Ferrer, el HOMBRE de acción (La Editorial de Ciudadanos sin Complejos)

Foto: El Mundo, entrevista del 2003

«Admito sólo hechos probados: una silla, el sol, la galaxia, los hombres que caminan por la calle...».
Vicente Ferrer, frase extraída de su libro: “El encuentro con la realidad”
Sentimos su pérdida. Tuvimos la suerte de conocerle hace aproximadamente 15 años, momento en el que comenzamos a seguir su labor. Nos fascinó. De formación jurídica y jesuita; creía en la filosofía de acción, comprometido, idealista, luchador de causas no perdidas, como así ha demostrado. Ayudar al desfavorecido, ha sido el objetivo de su vida, alcanzado éste, con resultados extraordinarios. Personalidad increíble, de fuertes convicciones e ideales profundos llevados a la práctica. Está claro, las cosas se cambian desde la convicción profunda, con ideales fuertemente arraigados, defensa de la justicia y la verdad, sin intereses espurios, con paso firme y decidido, voluntad de hierro donde la ambición personal se llama compromiso.
Nos implicamos y comprometímos con la causa, hoy continuamos, consciente de ser éste, el único camino para lograr erradicar el atropello constante de los derechos humanos. Erradicar la discriminación, la pobreza extrema y la crueldad hacia los más desfavorecidos.
A pesar de haber nacido un 9 de abril de 1920 en Barcelona, su vida quedó totalmente vinculada a la India; a su pobreza; a sus intocables; a Anantapur, tierra inhóspita y olvidada. Su tierra prometida, donde su obra alcanzaría el máximo esplendor.
Sólo tenía 16 años, cuando fue reclutado por los republicanos quienes le incluyeron en la “Quinta del biberón”, encuadrados en el Ejército del Ebro. Vivió una de las batallas más sangrientas de la Guerra Civil española: “La batalla del Ebro”, hecho que marcó profundamente su vida, al descubrir en primera persona, la crueldad extrema que puede desarrollar el ser humano contra sus semejantes.
En 1952, se marchó de misionero a Mumbai, primer contacto con la desolación y la miseria en la que vivían millones de personas. A partir de ese momento, su trabajo fue impresionante. En agricultura: organizó cooperativas para realizar excavaciones de pozos (más de 5.000 pozos de agua), canalizaciones de abastecimiento de agua, parcelación de tierras de regadío, bancos de semillas, etc. En cuanto a servicios comunitarios, levantó 500 escuelas, 5 hospitales, 15.000 casas y más de 111.000 niños apadrinados, lo que ha favorecido que más de UN MILLÓN de personas de beneficien de su labor. Sí, realmente, siento su pérdida.
Su compromiso y labor con el campesinado, despertó grandes recelos en las autoridades hindús, siendo expulsado del país en 1968, momento en el que descubrió que con su apoyo y defensa de los más desfavorecidos, había logrado el respeto y aprecio de la población de Anantapur, obteniendo reciprocidad sus sentimientos. Más de 30.000 personas recorrieron los 250 Km que separan Manmad de Mumbai pidiendo JUSTICIA. Él sabía que aquel era su sitio; su gente; su objetivo vital. No vaciló, no se despidió, simplemente les dijo: “Esperadme......ya vuelvo” y gracias a la ayuda de Indira Gandhi, volvió. No podía ser de otro modo. Sí, siento su pérdida.
Pero fue a partir de 1970, cuando crea, junto con su esposa, amiga y cómplice Anne Perry, la organización Rural Development Trust (RDT), con el objeto de contribuir al desarrollo local de Anatanpur, desplegando toda su cooperación y ayuda en esa inhóspita tierra olvidada. Fue expulsado, perseguido y casi encarcelado por defender y trabajar por los desfavorecidos. Políticos y autoridades no dudaron en asediarle. Nuevamente, quien tiene el poder, utiliza la coerción y el asedio al objeto de doblegar al que quiere cambiar de verdad las cosas. Pero pudo más el apoyo popular y su perseverancia. No dudó y presentó batalla frente a las autoridades. Confió en la justicia y obtuvo su respaldo: sentencia judicial que crearía el precedente imprescindible que le permitiría continuar con su labor, sin el asedio oficial.
Pero sería en 1996, cuando creó la “Fundación Vicente Ferrer”, con el objetivo claro de dar continuidad a su obra. El decía que el problema de la pobreza no era económico, sino la falta de voluntad política, puesto que para las guerras, siempre hay fondos. Nuevamente la política y el poder en la falta de respuesta a los problemas sociales.
Múltiples son los premios obtenidos: Premio Príncipe de Asturias a la concordia entre ellos, pero el mejor de todos, el resultado de su obra. Sí, sentimos su pérdida.
Con toda nuestra admiración y cariño,
La Editorial de Ciudadanos sin complejos

3 Lengüetazos:

Pijus Magnificus dijo...

Hoy es un día triste. Muertes accidentadas y provocadas por cabrones sin escrúpulos se han dado lugar.

El mundo está loco, siempre ganan los malos y pierden los buenos.

magentero dijo...

Es una gran pérdida.

Muy emotivo el artículo, me ha encantado.

abrazos

Anónimo dijo...

Vicente Ferrer nos ha dejado un buen ejemplo a seguir, lastima que las personas se olviden de que existen otras que necesitan de nuestra ayuda.

Descanse en paz