Me importa lo que decidimos (Por Aurora G. Pérez)

“Los Estados miembros no están ya en condiciones de afrontar en solitario todos estos nuevos retos, que no conocen fronteras. Sólo un esfuerzo colectivo a escala europea permitirá hacerlo y responder a las preocupaciones de los ciudadanos. Pero, para ello, Europa tiene que modernizarse. Necesita instrumentos eficaces y coherentes adaptados, no sólo al funcionamiento de una Unión que recientemente se ha ampliado de 15 a 27 miembros, sino también a las rápidas transformaciones del mundo actual. Hay que renovar las normas de la vida en común establecidas en los Tratados.”

Fuente: http://europa.eu/lisbon_treaty/take/index_es.htm

Según el último informe el Eurobarómetro, solamente el 44 % de los ciudadanos de la UE, están interesados en las próximas elecciones, más del 50% declara no estar en absoluto interesado. No es de extrañar. Las elecciones al Parlamento Europeo no suscitan interés alguno en una amplia mayoría de los ciudadanos, al menos aquí en España. Solamente tenemos que fijarnos en la puesta en escena de la campaña electoral por parte de los partidos mayoritarios, PSOE y PP; imposible que dejen indiferente a nadie.

Desde hace unos días, se emite una y otra vez el vídeo que PSOE ha realizado para promocionar su campaña electoral al Parlamento de la UE, pero como podemos observar, no se trata de una promoción, sino de una campaña dirigida a desprestigiar la imagen del PP. Quizás es el único recurso que les quedaba. Por un lado: los datos de los sondeos de las encuestas de la intencionalidad de voto, le son desfavorables y, por el otro: carecen de iniciativa alguna en política común. Agresión ante el sentimiento culpable de carecer de un programa político que aporte soluciones a las demandas de los ciudadanos. Agresión ante la falta de iniciativas. Agresión ante la irresponsabilidad política. Sí, no cabe mayor vileza y ruindad. No han dudado ni un segundo, en utilizar de forma injusta y despreciable a ciudadanos posibles votantes de la “derecha”. Estupefactos, más que asombrados, ante tamaña agresión a la ciudadanía: secuencia de imagines con personajes caracterizados radicalmente, como si de una secta extremista se tratara; mostrándoles como responsables de los peores males sociales: racismo, intolerancia, insolidaridad, etc., por no votarles a ellos ¿cómo es posible hayan dado luz verde a semejante engendro? Solo cabe una respuesta: humillar y degradar al PP, como instrumento válido para ganar “el partido”, en referencia al slogan elegido para esta campaña. Ganar las elecciones: único objetivo en su proyecto político, aunque para ello tenga que agredir directamente a la ciudadanía. Tampoco cabe mayor ofensa a sus propios votantes, al creer en la incapacidad reflexiva de los mismos, quienes van a caer rendidos ante tan ilustrativo mensaje ¿realmente creen en lo que están haciendo? ¿Es posible que su percepción de la realidad esté tan distorsionada?

La sin razón, la rabia y frustración contenida de los acomplejados, nuevamente se abre paso en la escena política. Una y otra vez, la agresión, la degradación de los valores sociales, la humillación, la utilizan como armas para destruir al enemigo, que no oponente. Inexistencia de proyecto político para acercar la política europea a la ciudadanía. Son ellos los que fomentan la apatía del ciudadano a las Instituciones de la UE, ámbito donde se marcan las políticas que regulan las más importantes facetas de nuestra vida cotidiana: consumidores, salud pública, política económica, presupuestaria y fiscal, agricultura y pesca, Derechos Humanos, seguridad, educación, migraciones y, todo un catálogo de materias cada vez mayor y más complejas, pero todas ellas dirigen nuestra política interna, afectan a nuestra estructura económica y social. Pero esto parece que les importa muy poco. Saben del desconocimiento ciudadano acerca de la actividad que las Instituciones europeas desarrollan, pero lejos de preocuparse de informar y dar a conocer, se centran en crear sus listas de meritores de un cómodo y plácido retiro con el respaldo económico que los más de 7.000,00 € mensuales de contraprestación económica por sus escasos servicios, les reportaran, agradeciéndoles de esta forma su servil dedicación al partido en cuestión y utilizar el espacio de campaña electoral, como campo de batalla dialéctica para aniquilar al oponente.

Por suerte, miles de personas hemos apostado firmemente por el cambio. No existe formula mágica capaz de generar confianza; el resultado dependerá del nivel de compromiso que alcancemos. Debemos asumir el riesgo y confiar en la acción política diferenciada, concreta, dirigida a los ciudadanos; liderada por personas comprometidas, capaces de transmitir entusiasmo y confianza por su acción política demostrada. Sí, hay que asumir el riesgo y confiar en otros. Imposible hacerlo de otra forma si queremos construir un espacio común donde todos tengamos cabida. Debemos evolucionar y dedicar nuestro tiempo a construir ese espacio, con respeto al que camina y piensa diferente, trabajando por la igualdad de oportunidades real y efectiva, sin cortinas de humo o globos sondas, sin desviar la atención de lo que realmente nos preocupa, sin fronteras lingüísticas, físicas o ideológicas; fomentando los valores sociales idóneos para un correcto desarrollo económico y social de todos, con independencias de su ideología, religión, raza, sexo, procedencia o residencia. Sí, existe la opción y es de todos, porque necesitamos que los representantes elegidos defiendan nuestros derechos sin discriminación, con independencia de su elección de voto, y esto hoy lo defiende UPyD, analiza, reflexiona, elige y vota. Tu voto es decisivo, hazlo con responsabilidad.

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