domingo, 23 de noviembre de 2008

Siglo XXI: Continúa la lucha (Aurora G. Pérez)


Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son.
Abraham Lincoln

La Violencia de Género, como máxima expresión de discriminación de género, es contraria a los principios democráticos que deben regir en un Estado de Derecho, y supone una grave vulneración y quebranto de los Derechos Humanos, perseguible y condenable universalmente. En la lucha por su erradicación, los poderes públicos, deben establecer los medios idóneos al objeto de lograr la eficacia de los mismos. Los ciudadanos, tenemos la obligación de colaborar desde nuestra posición, cambiando la percepción social del problema; configurando normas ético-morales necesarias para lograr su aceptación voluntaria, generalizada, y cuyo arraigo logre el rechazo unánime a aquellos miembros que las vulneren.
Considero que la Violencia de Género, debe ser tratada como un problema estructural de dimensión Universal, de gravedad extrema, al producirse en el ámbito de las relaciones sentimentales, donde la mujer todavía en un gran número de casos, tiene una posición de subordinación con respecto al hombre, posición de desventaja por los condicionantes socioculturales que actúan sobre el género, motivo éste por el que es necesario adoptar unas medidas distintas a las víctimas en general, como así reconoce la STC del 14 de mayo de 2008.
La violencia desarrollada en el ámbito privado, debe ser tratada de forma integral y no autónomamente. La Violencia contra la Mujer, es transversal, y viene determinada por ser consecuencia de un modelo establecido por el hombre, modelo de poder, autoridad y control, en el que el hombre tiene un papel relevante, pero no exclusivo, puesto que un porcentaje alto de mujeres, favorecen actitudes de discriminación, con su actitud pasiva y resignada ante la agresión, que en muchos casos, ni tan siquiera son capaces de identificar como tal.
No se trata de establecer un estatuto de privilegios hacia la mujer, esto es contrario a los principios de igualdad en derechos y oportunidades que debemos defender en nuestro Estado Democrático; con ello solamente se lograría mostrar a la mujer como ser débil, digno de protección especial, como si de un niño o persona dependiente se tratara. Debemos establecer e implementar instrumentos jurídicos y socioculturales, que garanticen el reconocimiento y protección de los derechos de todos-as, sin excepciones.
La Violencia de Género, se debe afrontar desde la siguiente perspectiva: aplicar criterios de igualdad de derechos y oportunidades al objeto de transformar las estructuras de las Instituciones y las relaciones sociales de poder que discriminan a las mujeres, corrigiendo, mediante un sistema educativo idóneo las malas prácticas individuales.
Si sobrevaloramos las normas jurídicas, así como las medidas de prevención y protección; si esperamos que sea a través de ellas como se logre erradicar la Violencia de Género, corremos el riesgo de agravar la situación de desigualdad de la mujer con respecto al hombre, al presentarla como un ser débil, marcando con ello aún más las diferencias que se pretenden eliminar. Tenemos que ser capaces primero, de erradicar la discriminación hacia las mujeres, corrigiendo el sistema, al mismo tiempo, se debe instrumentalizar los medios idóneos para crear los valores sociales necesarios para que la igualdad de derechos y oportunidades sea real y efectiva, tanto en la esfera pública como en la privada, y puesto que es en esta donde se pone de manifiesto con su máxima crudeza, debemos incidir con perseverancia, involucrando a todos los ciudadanos, sin exclusiones.
La publicidad y los medios de comunicación, a pesar de que realizan un esfuerzo por colaborar en la tarea de luchar contra la Violencia de Género, esta es más idealista que real. Las campañas publicitarias, por duras que sean, no culminan su propósito, porque en los mismos medios que sirven de soporte para realizarlas, emiten, publicitan, difunden, hechos y prácticas que vulneran el principio de igualdad, el honor y la integridad física y moral de la mujer. Ejemplos de ello no faltan, un vistazo a la prensa diaria, nos muestra la cruda realidad: innumerables anuncios de explotación sexual de mujeres, controladas en la inmensa mayoría de los casos, por grupos de explotación de personas, para quienes los derechos humanos, no existen más allá de su propia esfera.
Hagamos un pequeño recorrido por diferentes ámbitos, al objeto de realizar un breve esbozo de la situación en cuanto a la discriminación de género. Ámbito laboral: los órganos de control de las empresas, están dirigidos en un porcentaje excesivamente alto por hombres, quienes siguen estableciendo las reglas y normas de acceso a dichos puestos. Administración Pública, los partidos políticos, las Instituciones en general, no son ajenas a esas prácticas discriminatorias, vaya como ejemplo el gobierno de Zapatero, su configuración cumple perfectamente con las cuotas de paridad; aunque los Ministerios de máxima relevancia (Economía y Hacienda, Justicia, Interior, Industria..), tienen al frente a un hombre. En la Administración Pública, la importancia de un proyecto viene determinada por la relevancia que dentro de los Presupuestos Generales se le dé, de igual forma, la consideración relevante de un candidato a un ministerio, la determina la importancia del Ministerio. Volviendo al actual gobierno, la falta de excelencia de algunos Ministros, entre ellos Solbes considerados en su entrono como “excelentes”, aún habiendo corroborado lo contrario, prueba lo expuesto. La capacidad y mérito debe ponderar por encima de otros criterios selectivos.
Después de este pequeño paréntesis, continuemos con nuestro análisis en Violencia de Género.
En el estado actual en el que nos encontramos, es fundamental concienciar y sensibilizar a la sociedad, para erradicar la Violencia de Género de nuestro Estado Democrático. La encuesta del CIS, arrojaba unos datos de sensibilización en España del 2,7 % en esta materia; porcentaje ínfimo si lo comparamos con el grado de sensibilización con otras vulneraciones de Derechos Humanos, a pesar de estar produciéndose en la actualidad. Por ello, es imprescindible forjar un profundo cambio en la percepción social del problema, operando desde diferentes ámbitos de forma coordinada y paralela, homogeneizando las medidas, al objeto que todos los individuos de nuestra sociedad perciban la dimensión real de la Violencia de Género; interiorizando e identificando la discriminación contra las mujeres, como vulneración de Derechos Humanos; por ello la lucha debe continuar hasta lograr que la percepción arraigue de forma contundente .
Una de las medidas más importantes es la formación de docentes y operadores en el ámbito educativo. Para ello es imprescindible incluir en los planes de estudio, formación específica en materia de género, con el rigor y la profundidad que la especialidad requiere. Estaremos todos de acuerdo que una formación deficiente, hace imposible el cambio de la percepción social y por tanto las pautas de comportamiento en la desigualdad de trato. Educación en valores de igualdad, incluyendo el tratamiento del ámbito familiar, al objeto de interiorizar en el alumno los principios de igualdad de trato y oportunidades entre hombres y mujeres, corresponsabilidad en las funciones y obligaciones en el seno familiar. Fomento de valores sociales respetuosos con el Estado Democrático y de Derecho, sin exclusión de ningún individuo por su condición social, género, raza, procedencia o residencia, creencia o ideología, siempre y cuando estas no supongan una agresión contra los derechos de las personas (hombre o mujer).
Abanderemos todos la insignia de la lucha por lograr la igualdad real y efectiva. Impliquémonos en la difusión de los valores sociales idóneos para erradicar la discriminación de género, en especial la violencia ejercida sobre las mujeres. No puedes considerarte un individuo respetuoso con los principios democráticos y no luchar por la erradicación de tan abominable delito contra los Derechos Humanos. Tu participación deviene necesariamente imprescindible para lograr el cambio social. Ningún hombre tiene derecho a abusar, pegar, denigrar a una mujer; tampoco a explotarla sexualmente; esto también es Violencia contra las Mujeres. No lo permitas. Participa activamente para su erradicación. No dejes en manos de la Administración la solución de un problema tan grave.
Aurora García Pérez

5 Lengüetazos:

Aurora dijo...

Con la violencia de género ocurre al igual que el terrorismo: la sociedad, los ciudadanos, se ven sobrepasados por estos problemas. No son desconocidos para ellos, pero al igual que puede pasar con la pederastía y otras lacras humanas con las que cargamos, pensamos que nuestra aportación al respecto "no cambiará el mundo". No se trata de tener propósitos tan pretenciosos, seamos realistas, el mundo no lo cambiará Obama, Saviano o la Guardia Civil, el mundo se cambia poco a poco, con el granito de arena de cada uno de nosotros que desgraciadamente no se une a la montaña si lo único que hacemos es leer el periódico cada día.
A veces sonrió cuando algunos me llaman activista. Pienso en como sería la definición para aquellos que no lo son: ¿vaguistas? ¿comodistas? ¿lapistas?... está claro que todo el mundo tiene muchas cosas que hacer, pero mirar a otro lado e ignorar el problema no muestra a una persona ocupada, sino a una persona onanista que hace requiem por su ombligo.
Los malos tratos ya sea a niños, hombres o mujeres son una lacra. El terrorismo es una lacra. El racismo es una lacra. Tu pasividad es una lacra. Ayúdemos a estas mujeres a que aprendan como se grita y se exije la libertad y a que hay otra forma de vivir y de disfrutar el amor "El amor no es la 'ostia'"

Dejemos de pensar que los problemas de los demás no son nuestros problemas y vayamos a mojarnos. Quien sabe, quizás seas tú quien mañana necesite de esa ayuda.

Apoyo la moción del título de Gemma Lienas: "Rebeldes, ni putas ni sumisas"

un abrazo y gracias por un artículo tan currado y tan explicativo.

Ana dijo...

uno de los primeros pasos debería ser penetrar en la mente de esas mujeres, y que se den cuenta de una vez por todas de que el amor es otra cosa. No podemos hacer mucho si ellas no ven que están condenando su vida al sufrimiento. Empecemos por nuestras vecinas, amigas, conocidas... empecemos como bien dice este blog a mover el culo

un abrazo

López dijo...

La verdad es que esta es una batalla que nos incumbe a todos… Una sociedad no va bien cuando tenemos que tragarnos telediario tras telediario auténticas barbaridades. Si hay tantos comportamientos bárbaros en el mundo que nos rodea es que las cosas no van bien… no parece que la civilización haya llegado a todos. La solución no es fácil y las cosas no se solucionan a base de leyes y más leyes y tampoco en dos tardes…

El artículo traza muy bien el problema y aborda muchos puntos a tener en cuenta sobre el asunto. A mí me parece que todo lo que se insista en el tema educativo es poco. Quizá sea un utópata pero sigo pensando que la educación es clave para erradicar este problema. No lo es todo (ya digo que en el artículo se apuntan otras muchas cosas), pero si a las personas desde sus primeros años de vida se les enseña igualdad y el respeto, creo que habremos ganado mucho.

También quisiera mencionar brevemente el sistema judicial, que en este asunto no siempre ha estado a la altura… Debemos tener una administración de Justicia eficaz para estos casos, así como un sistema penal adecuado. Si conseguimos ambas cosas lograremos, por un lado, frenar de raíz al delincuente (evitando en muchos casos males mayores) y, por otro, que la pena cumpla su función de prevención general (muy importante). Vamos, hablando claro, que si el sistema judicial funciona bien y las penas son adecuadas, alguno que otro se lo va a pensar… Lo idóneo sería que nunca se tuviera que llegar al punto de que la maquinaria policial y judicial actúen, pero cuando lo hacen me parece imprescindible que lo hagan bien.

Saludos a las activistas ;)

Anónimo dijo...

gracias a las autoras de este blog por tratar con tan buen tino y tan buena mano el tema del maltrato. Hace un mes deje la casa de acojida y ahora estoy empezando una nueva vida. NO tenía hijos y eso quizás lo hizo más fácil, pero no recomiendo a nadie esas sensaciones de sentirse tan pequeña.
Ayer me pusieron internet, y mañana me hare un cambio de imagen para verme más guapa. Gracias por ese activismo y por participar en la búsqueda de la libertad en todos sus aspectos. No sabéis lo que es para las víctimas de estos atropellos encontrarse con gente tan comprometida como vosotras.

animo habeis ganado una amiga y una lectora, llevo desde mediodía leyendo la web y me parece increbiel vuestra producción, es fantastica, haber si podéis concienciar mucha gente
una vez más gracias

Aurora dijo...

gracias a ti por escribirnos "Agradecida". Sin duda, tú eres la auténtica y la más especial activista de todos nosotros. Ánimo, mujeres como tú si que acaban cambiando el mundo.


Un abrazo muy fuerte de parte de las dos.