Leía esta mañana en El País que el ex presidente de Argentina, Carlos Menem, será procesado por el polémico contrabando de armas que realizó durante su presidencia entre 1989 y 1999. Ya en el año 2001, Menem estuvo detenido más de 6 meses por esta cuestión. Su estancia en la cárcel se acortó gracias a que en un polémico fallo se anularan todos los cargos en su contra. Esto fue apelado por una de las fiscales del caso y a día de hoy Menem se encuentra nuevamente en el banquillo de los acusados. En esta ocasión se enfrenta a los cargos por contrabando y por presunto blanqueo de dinero. Detrás del caso de Menem hay una auténtica historia de periodismo de investigación. Daniel Santoro, su periodista protagonista, se encontró frente a un hueso duro de roer, pero una historia que al fin y al cabo es de interés nacional y como no, también internacional. Daniel Santoro era el indicado para roer ese hueso ya que actúo como un auténtico sabueso a la hora de contrastar las informaciones y llegar al final de la noticia sin perderla de vista ni tan solo un segundo. Este periodista destapó la trama del ex presidente Menem. La chispa saltó cuando el contrabandista Jean Bernard Lasnaud, fue visto, andando como Pedro por su casa, en una fábrica de armamento que dependía directamente del Estado argentino. Como hay preguntas para las que no hay respuesta por muchas que se nos puedan venir a la cabeza, nuestro intrépido periodista comenzó a tirar del hilo, un hilo que como ya saben está dando para mucho. Lo importante de todo esto, es el esmerado trabajo periodístico y la muestra de que cuando las cosas están bien hechas son necesarias incluso para que, jueces y la misma policía, puedan realizar un trabajo efectivo y veraz, gracias a la minuciosa investigación de los hechos por parte del periodista. En este caso, fue el equipo de investigación del diario argentino Clarín, quien se encargó de hacerlo, prestando una ayuda indiscutible a jueces y tribunales sin intención de llevar a nadie a la cárcel y sin intereses partidistas ocultos. El único fin: la verdad. El diario Clarín se vio solo frente a este caso durante mucho tiempo, dado que los profesionales del campo tenían miedo a la reacción de Menem. Ciertamente hubo contraataque por parte del gobierno y los servicios secretos argentinos, con la intención de desprestigiar a los periodistas encargados de la investigación, intentaron parar en múltiples ocasiones el trabajo periodístico. Además, Daniel fue amenazado de muerte, y es que cuando uno descubre ilegalidades de un gobierno es consciente del trabajo que ha aceptado, y de las consecuencias que pueden recibir por ello. Casos como este hacen que se refuerce el apoyo hacia el periodista y su labor, ya que al fin y al cabo no es otra que la de ofrecer a los ciudadanos la imagen real del mundo en el que viven. Trabajos de investigación como este hacen de nuevo del periodismo una profesión maravillosa.
Aurora García Con la lucha por el bien común. Escuchando: Free Bird (Lynyrd Skynyrd)
3 Lengüetazos:
si todos los periodistas hiciesen bien su trabajo...
a ver si los estudiantes de hoy hacéis el buen cambio
tambien sería interesante que hiciesen una limpia en el gremio periodístico, jubilar a unos y poner de patitas en la calle a otros.
un abraoz
Héctor
hola guapísima, ya te dije me encanta como escribes.
a ver si te veo el viernes en la fiesta de los jovenes del partido. bss
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