Pese a quien le pese

(Foto: voluntarios de UPyD en el Retiro. Fuente: archivo)

Allí estuvimos de nuevo, con una afluencia de público superior a la de la plaza de Ópera ¿Quién dijo que a la gente no le gusta la política o discutir sobre sus derechos? Sólo tienes que dejar el micrófono a un ciudadano para darte cuenta de que la apatía política general no es tal como la pintan. Existe otra forma de ver la verdad en la resucitada Tercera España, una forma activa en la que la política vuelve a surgir de manos del pueblo de una forma regenerada y original. Cuando UPyD llega a la gente con sus monos rosas, su sonrisa y sus ganas de charlar con los ciudadanos para saber sus deseos de primera mano, la gente nos recibe con cariño; y es que la filosofía de demostrar que realmente nos importa la “unión de la ciudadanía” se nota cuando es clara y sincera. No somos políticos profesionales y la única vez que he estado en el Congreso de los Diputados fue cuando fui de excursión con el colegio. Pero hay algo que me mueve a despertar del letargo: tú, tu vecino, tu hermana o tu padre. Esas personas que no pueden comunicar con su voz el cambio que necesitamos para que este país siga siendo un lugar habitable, sin acritudes ni alienaciones sublimes que nos dejen a todos mirando a nuestro ombligo. Hay cosas que nos unen, cosas que son esenciales y que no podemos pasar por alto. Debemos de ser consecuentes y ejercitar el sentido común que exigimos a nuestros mandatarios actuales. Debemos de saber dar una lección desde este lado ya que la educación de la ciudadanía es también materia de estudio para los políticos. Hoy en el Retiro hemos visto como por el “artículo 33” nos han intentado boicotear otro acto ¿Callar voces nuevas es democracia? Esta vez han intentado llegar demasiado lejos y se les está viendo demasiado el plumero, pero si la intención es crisparnos… lo sentimos, nosotros si sabemos porque hemos llegado hasta aquí y seguiremos haciendo gala de nuestro buen humor y hablando con los ciudadanos. Además del artículo 23 de la Constitución, nos avala otro más: la libertad de expresión. Y aún llego a más, a recordarles a aquellos violentos que tampoco vencerán. Hoy yo misma he sufrido un ataque mientras iba con el megáfono en el autobús. Un energúmeno me ha lanzado un petardo a la cara mientras me gritaba: “cállate puta”. Gracias a dios son los menos, la gente por lo general es bastante amable y receptiva, pero siempre tiene que haber alguno que desentone a causa de la ignorancia e incultura. No todos quieren ver el futuro de color de rosa.

Aurora García Tú tienes la palabra, que no te la quiten.

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